XI.
Griego moderno.
La invasión de los turcos en el Asia menor a
fines del siglo XIII y la comunicación con los latinos (cristianos
de occidente) desde las Cruzadas y aun antes, fue alterando la lengua
griega que ya apenas conservaba su carácter legitimo en el uso del
pueblo desde la traslación del imperio, necesitándose algún
estudio y cuidado para escribirla con pureza.
Al declinar la época
alejandrina se formó poco a poco un nuevo dialecto general que se
parecía al ático más que a otro, introducida y extendida por la
dominación macedónica la lengua griega en los pueblos que antes no
la hablaban o era muy rudamente; y este dialecto es el que vemos en
los libros del Nuevo Testamento. Es griego, y griego verdadero, sí,
pero el vulgar y sin elegancia ninguna. Todavía en San Juan
Damasceno y otros posteriores se traslada al lector a mejores
tiempos, fuera de lo que el mitismo cristiano hubo de
introducir en el uso y significado de algunas voces. Y es que toda
persona de alguna educación literaria o de nacimiento distinguido
hablaba mejor, hablaba la pura lengua antigua. Como entre nosotros,
que las gentes de letras y bien educadas en este punto hablan mejor y
de otro modo que el pueblo.
Es falso lo que se ha dicho, que del
griego moderno al del N. Testamento hay menos distancia que de este
al de Homero o de Demóstenes; porque el griego moderno es otra
lengua con gramática diferente y diccionario nuevo o propio; y el de
aquellos libros, como he dicho, es griego verdadero; es la misma
estofa, un poco ajada y menos fina. Para entenderlo basta saber el
griego: para entender el griego moderno es menester estudiar y saber
otra lengua.
Corrompido pues así el griego antiguo poco a
poco, y al fin del todo, usan los griegos modernos una lengua que
viene a ser a aquella lo que sería a la latina una tercera que
reuniese lo que la italiana y la española tienen de ella como sus
hijas. ¿Sería esta tercera lengua la de Cicerón y Virgilio? no.
Tendría muchas terminaciones suyas en nombres y verbos, no todas:
mucha parte de su sintaxis; no toda: una parte de su índole, pero no
toda ni la misma: partículas y voces nuevas, aun extrañas; y este
es el griego moderno.
Para la iglesia y devociones religiosas
usan muchas oraciones tomadas de San Basilio, San J. Crisóstomo y
otros padres antiguos; las explicaciones y advertencias, y aun las
oraciones más usuales, están en griego moderno.
Los curiosos
pueden ver entre otros libros el Paralelismo sinóptico de las
lenguas griega y helénica (esta la antigua, aquella la moderna)
publicado en París (1820) por M. Julio Dabid; y la Gramática del
griego moderno publicada en la misma ciudad (1829) por M. Miguel
Schinas.
https://archive.org/details/apuntesparaunah00burggoog
PRONUNCIACIÓN. Lo que yo no puedo aprobar es que
los griegos modernos allá en su tierra y algunos helenistas acá en
estas naciones pasen la pronunciación bárbara (bárbara, sí) del
griego moderno al antiguo. Y en fin si ellos lo quieren hacer para
asemejar su lengua a aquella, no entiendo porque han de seguirlos
tantos de los nuestros, contra lo que dice Platón en el Cratilo, y
se infiere de Eurípides en las Bacantes, de Aristófanes y Luciano,
y contra toda razón y ley de analogía, convirtiendo la lengua más
hermosa y grave que han hablado los hombres en una lengua burlesca y
como de saltimbanquis y mascarillas, y suponiendo que la palabra
diftongo (doble sonido) se inventó para significar lo que no
era, como en la lengua francesa, que es para la ortografía y la
vista y no para el sonido. Todas las pruebas que en contrario suelen
dar son o falsas o vanas: las citas de oráculos y otras de los
antiguos, o vanas que se explican muy bien, o falsas y de ninguna
autoridad. Pero ha querido ser moda, y esta palabra puede mucho con
algunos. Al que le parezca otra cosa, puede tomar la pluma y decir lo
que se le ofrezca; prometo leerlo con gusto y contestar defendiendo y
probando lo que afirmo.